domingo, 29 de junio de 2008






Dejo encendida la televisión
y cuando me despierto
es casi por la mañana.
Lleva encima sólo la sábana
y por la ventana entran ya
algunas luces y parece aún más dulce,
y los rayos aterrizan en su espalda.
No saldría nunca de la cama.
Y las nubes en el suelo
y el color de este cuarto.
Si me muevo se podría despertar
dejará que esté con ella,
yo podría ser su esclavo.
Ahora ya no necesito más.
Haría lo que fuera,
daría algo más.
Entonces se despierta,
me mira y sé que nada va a pasar.
De pronto sé que nada va a pasar.

Y me sonríe, y todo vuelve a brillar,
y se acerca, y nada puede salir mal.
Y si se queda cuidaré siempre de ella
y entrarán rayos de sol por la mañana,
aterrizarán sobre su espalda.
Y las nubes en el suelo,
y el color de este cuarto,
y las cosas que le tengo que decir.
Dejará que esté con ella
dejará que esté a su lado
pues eso es suficiente para mí.

Los Planetas, "8", "Pop" (1996)

martes, 3 de junio de 2008


"¿Crees que lo que nos ha pasado le pasa a cualquiera? Lo que sentimos el uno por el otro. Ahora, puede decirse que ya no somos dos personas, sino una sola. Y algunas personas se pasan su vida buscándolo y, otras, ni siquiera creen que exista...Sólo lo diré una vez, no lo había dicho nunca. Pero esta clase de certeza sólo se presenta una vez en la vida..."


Robert a Francesca
Los Puentes de Madison, 1995 (Clint Eastwood)

martes, 6 de mayo de 2008


Toco tu boca, con un dedo toco el borde de tu boca, voy dibujándola como si saliera de mi mano, como si por primera vez tu boca se entreabriera, y me basta cerrar los ojos para deshacerlo todo y recomenzar, hago nacer cada vez la boca que deseo, la boca que mi mano elige y te dibuja en la cara, una boca elegida entre todas, con soberana libertad elegida por mí para dibujarla con mi mano por tu cara, y que por un azar que no busco comprender coincide exactamente con tu boca que sonríe por debajo de la que mi mano te dibuja.
Me miras, de cerca me miras, cada vez más de cerca y entonces jugamos al cíclope, nos miramos cada vez más de cerca y nuestros ojos se agrandan, se acercan entre sí, se superponen y los cíclopes se miran, respirando confundidos, las bocas se encuentran y luchan tibiamente, mordiéndose con los labios, apoyando apenas la lengua en los dientes, jugando en sus recintos donde un aire pesado va y viene con un perfume viejo y un silencio. Entonces mis manos buscan hundirse en tu pelo, acariciar lentamente la profundidad de tu pelo mientras nos besamos como si tuviéramos la boca llena de flores o de peces, de movimientos vivos, de fragancia oscura. Y si nos mordemos el dolor es dulce, y si nos ahogamos en un breve y terrible absorber simultáneo del aliento, esa instantánea muerte es bella. Y hay una sola saliva y un solo sabor a fruta madura, y yo te siento temblar contra mí como una luna en el agua.

Capítulo 7, "Rayuela", Julio Cortázar


jueves, 21 de febrero de 2008

Marido y mujer, él recordándome escenas de esta semana en las que me ubico, aunque sea en una silla vacía...Y ella, pellizcando conciencias, con esas descripciones de lo cotidiano que refleja como pocos...


Martes y letras

Un asiento sin nadie en una conferencia
tiene ojos y mira con un frío absoluto.
Sobre todo si estás al otro lado del azul de los mapas,
separada de mí por ciudades nocturnas,
el campo de las nubes, la luz de algún navío
y costas dibujadas con espuma
y casas con piscina.

Cruza un avión
el rojo turbio del amanecer
igual que el sueño cruza por tu noche,
cercano y lejanísimo,
en busca de otra tierra que no es mía,
aunque está junto a mí.
A veces me pregunto si yo soy
el que hace de mí cuando vivo en tus sueños.

El agua ya servida. Me deja frente al público
el verbo exagerado de mi presentador.
Es un martes de octubre. Debo hablar
sobre la utilidad de los poetas
y en la silla vacía no se sienta
ni el silencio de Bécquer encerrado en un álbum,
ni la desguarecida multitud que Baudelaire metió en una botella,
como se mete un barco,
como se mete el humo,
el rojo turbio del amanecer.

En la silla vacía se sienta tu recuerdo
y la imaginación del viento norte
que ahora te persigue, las calles que te miran
y los escaparates
en los que te descubres reflejada.
Yo estoy donde tu estás, pero en la vida
hay cosas que no pueden compartirse.
Por eso sigo aquí y voy contigo,
cercano y lejanísimo,
en busca de otro mundo que no es mío,
aunque está junto a mí.

La poesía es la voz del que se sabe
vivo y mortal, lo dice Blas de Otero,
y en conclusión, señores, el poema
no nace del esfuerzo de hablar solo,
es la necesidad de estarle hablando
a una silla vacía.

Luis García Montero "Completamente viernes" 1998



Qué pena

Yo creo, primera persona del presente de indicativo del verbo creer. Yo creo, también del verbo crear. Me levanto todas las mañanas a las siete y media, como los creadores que prefiere Rajoy. No lo hago por gusto, sino por mor de la maternidad, concepto que está muy de moda en este gran mercado persa de ayudas y rebajas donde se celebra la precampaña, y de los horarios de la escuela pública, que ya estaría bien que se pusiera de moda alguna vez. Soy, por tanto, una creadora que cree. En la utilidad de mi voto, por ejemplo. Quizás porque nunca he sido miedosa. Ni en lo que creo del verbo creer, ni en lo que creo del verbo crear.

Ahora que ya está claro que la campaña electoral se va a polarizar en una sola dirección, porque la socialdemocracia se va al centro, el centro a la derecha y la derecha a la extrema derecha, yo creo que alguien tiene que ocupar la izquierda, dejar de hacer regalos con el dinero de todos y dedicarse a defender los espacios públicos, que aseguran el bienestar de los más débiles. Yo creo que nada es más útil. ¿Soy ingenua? No. Sé que mi voto vale la cuarta parte que un voto al PSOE o al PP, pero eso no tiene nada que ver con la ingenuidad. Eso es sólo injusto.

Yo creo, y creo en la utilidad de las causas justas. Por eso no me afecta que muchos creadores a los que admiro, algunos a los que quiero, y hasta un hermano mayor, anden por ahí poniéndose cejas postizas. Lo que sí me hace daño es que, en lugar de pedir el voto a Zapatero y atacar de paso al enemigo, digan que pretenden orientar a los votantes de izquierdas que no saben a quién elegir. O sea, que no miran al PP, sino a IU. Desde que lo leí, me siento como una niña bajita, gordita y con gafas, amenazada en el patio por los grandullones del cole, no sea que se me ocurra crecer medio centímetro o ponerme lentillas. Qué feo. Y qué pena.


Almudena Grandes, "El País" 18 de febrero de 2008

jueves, 14 de febrero de 2008





Me haces tan feliz...Qué cerca está el mar hoy...Gracias, que llegan por el mismo sitio que aquellos besos...

lunes, 14 de enero de 2008

Táctica y estrategia


Mi táctica es
mirarte
aprender como sos
quererte como sos

mi táctica es
hablarte
y escucharte
construir con palabras
un puente indestructible

mi táctica es
quedarme en tu recuerdo
no sé cómo ni sé
con qué pretexto
pero quedarme en vos

mi táctica es
ser franco
y saber que sos franca
y que no nos vendamos
simulacros
para que entre los dos
no haya telón
ni abismos

mi estrategia es
en cambio
más profunda y más
simple
mi estrategia es
que un día cualquiera
no se cómo ni sé
con qué pretexto
por fin
me necesites


Mario Benedetti, "Poemas de otros" 1974

He empezado con una nueva asignatura, Dirección Estratégica se titula. En la primera sesión nos han contado la diferencia entre táctica y estrategia...y yo sólo podía acordarme de este poema del uruguayo...

domingo, 30 de diciembre de 2007

La ciudad de la música





La llaman así, y con toda la razón del mundo. Incluso en nuestro caso, el motivo para ir era un concierto...Queríamos ver a Arcade Fire en todo su esplendor, sin ruido de festival de fondo...pero creo que ya he escrito bastante sobre Regine y Win.

Músicos callejeros por el Graben y eso que estábamos a bajo cero. Conciertos gratis en el Conservatorio para ver como se desenvuelven los estudiantes -no voy a mentir, la excusa era entrar en calor-. Estrellas de la fama de Bach a Mahler por el suelo. Hasta los taxistas llevaban música clásica (es que si no me monto en un taxi -o en varios- en las ciudades que visito, siento que me falta algo...).

Y por algo también la llaman la ciudad imperial. Los palacios, inmensos, tenías la sensación de que de un momento a otro te iban engullir. Estuve en el de Hofburg y en el Belvedere. El primero es conocido como el de Sissi, el segundo es famoso por albergar la mayor colección de obras de Klimt y Schiele.

Del triunvirato pictórico austriaco (Klimt, Schiele y Kokoschka) nunca he tenido un favorito claro. Hace años hubo una exposición en la Juan March de los tres juntos que me impresionó mucho y que hizo que, desde entonces, me fuera difícil separarlos, pese a sus obvias diferencias. De Klimt parece que está todo dicho: el uso del oro, sus retratos femeninos, las composiciones de personajes. Sólo puedo verter mis impresiones: más que "El Beso" me impactó "Judith", la expresión de sus ojos, cuando te encuentras delante del lienzo, turba; y, me parece una visita obligada ir al Edificio de la Secession y disfrutar del Friso de Beethoven, inspirado en su Novena Sinfonía. De Schiele, me gustan sus mujeres semidesnudas de músculos desdibujados y largos, las miradas intensas, los autorretratos, pero siempre me quedo con un cuadro pequeño, un paisaje, "Cuatro árboles" que me dicen muchas cosas. Y Kokoschka y sus retratos psicológicos y la expresión de la angustia, quizá el más oscuro de los tres, pero quizá, también, el que más fuerza imprimió a sus obras.

Pero no todo fue música y pintura... Si eres cervecero disfrutas como nunca y, si te gusta comer bien, aún más. Creo que la media estuvo en litro de cerveza por comida...

El único "pero", el carácter de los lugareños...por lo general, muy huraños y, por supuesto, el frío, en grados negativos, nevando y con viento, a 10 de noviembre. Lo describió perfectamente un sevillano, amigo de un amigo, que vive en Viena desde hace años. Al preguntarle que qué tal estaba allí soltó: "Mú bien, si no fuera por er clima y los austriacos..."

Y, para acabar, es imprescindible subirse a la noria del Prater y tararear la banda sonora de "El Tercer Hombre": tirorirorí, rarí rarí...tirorirorí, rarí, rarí...




No puedo evitar decir algo del concierto de Arcade, aunque sólo sea un detalle. Tocaron una de mis canciones favoritas...