De vez en cuando hay que llamar a la calma por su nombre,
que nos recuerde que el miedo hiere más que las espadas*.
Tranquilizarse, relativizar, suavizar las horas,
limar los tacones para no clavarlos con tanta rabia,
hacer trampas para que la laxitud gane a la rigidez.
De vez en cuando hay que repasar condición, término y modo,
saber que son elementos accidentales, que no hay un plan determinado.
Jugar al tran tran en vez de ordagueando y
disfrutar de la partida.
* Cita sacada de una serie de novelas, "Canción de Hielo y Fuego", que todo amante de la fantasía está obligado a leer.
[Foto by Agutirz vía Flickr]
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