lunes, 9 de julio de 2007

Periplo

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La semana que terminó ayer ha sido, con diferencia, la más ajetreada que he tenido en mucho tiempo...Le he hecho un siete a la piel de toro en 4 días....


Todo comenzó el lunes. Como todos los años, había ido procrastinando la declaración de la renta y, al final, me puse a ello el último día y la presenté en el banco a las dos menos cuarto (mira que me gusta ir al límite...). A la hora de comer tuve que ultimar los detalles del vestuario para lo que me esperaba y, por la tarde, empezar y acabar un escrito que me vencía...

El martes lo dediqué a preparar la vista que tenía el día siguiente, montarme en el AVE y llegar a Sevilla -la vista era en la capital hispalense a las nueve de la mañana del miércoles-. Ese martes casi fue el peor día de la semana, sé que hice poco, pero es que, a mí, el miedo escénico antes de ponerme la toga hace que vaya a las vistas con todo preparado hasta el milímetro y toda la tensión que eso genera... Además, sola en un hotel enfrente de los Juzgados, no tenia en otra cosa en la que pensar...Finalmente, dormí unas 6 horitas...

La vista fue bien, y decidí pasearme por la ciudad hasta que saliera mi AVE porque faltaban más de 2 horas...Sevilla siempre me ha encantado...pero se me olvidó conjugar los 41º a la sombra con mi traje y los tacones...Después de hora y media de paseo, los pies cuales morcillas de Burgos y sudando por cada poro de la piel, me tomé la coca-cola más fresquita de mi vida y taxi hacia Santa Justa...Llegué a Madrid sobre las cuatro y trabajé en el despacho hasta las ocho...Me fui a recoger un vestido y para casita, a deshacer y hacer la maleta otra vez, y a dormir.

El jueves estaba a las nueve y media en la peluquería, a las doce fuera, y quince minutos después en el coche camino de Barna...Llegamos a las siete, e intenté descansar...(aunque con la familia pululando siempre es complicado...me ahorro detalles...).

El viernes tenía una cita a las diez de la mañana y después me dediqué a buscar fantasmas por el Eixample...fue genial descubrir que no queda ninguno :) Luego siestecita y, a las ocho y pico, mi querido primo Charlie le prometía a Marta que le iba ser fiel en las alegrías y en las penas, en la salud y en la enfermedad, todos los días de su vida...El banquete y posterior juerga era un club de golf a unos 30 km de la ciudad...Y cuando mejor me lo estaba pasando, bailando con mis hombrecitos, me tuve que ir...salía el primer autobús...A eso de las cinco menos cuarto me dormí...

Y a las siete y media me desperté y a las ocho estaba camino del aeropuerto...Me iba en un avión a León a las nueve y media...llegué allí unas dos horas después (por supuesto, el vuelo salió con retraso) y en el aeropuerto leonés me esperaba un taxi para tomar rumbo hacia Villafranca del Bierzo (100 km). A las doce y media estaba en el hotel y a la una y cuarto arreglada escuchando como otro Carlos -no mi primo, que andaría de resaca- prometía lo mismo a mi Lucía...Dormité durante la comida...pero luego me puse a bailar y me fuí la última...volví a acostarme sobre las cinco de la mañana y me desperté a las once sin resaca y con buena cara...

Conclusiones: está de moda la ensalada de bogavante con piña (fue el primer plato en ambas bodas) y mi cuerpo está genéticamente preparado para la juerga...

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Madre mía, qué palizón!! Yo hubiera caído el jueves en retirada ya jeje. Lo que mas admiro es que te chuparas dos bodas seguiditas, eso síq eu es valor! con lo poco que me gustan a mi :P

un besote

inesyalfon dijo...

claro que si! viva el amor!!!!

Chichabel dijo...

Fue un palizón, pero es que no quería perderme ninguna de las 2...desde enero sabía que me tocaba el maratón boderil...

Eso, eso, viva el amor!!! :)))