viernes, 21 de septiembre de 2007

2 pajarracos





Resaca de las buenas. Las entradas nos situaban en el mismo techo del Palacio de los Deportes, y decidimos bajarnos al suelo, donde se podía fumar y beber....

Hacer una crónica de un concierto de estos dos señores juntos es disparar directamente a la línea de flotación de mis recuerdos. Desde el Renault 14 hasta la actual gama alta de los alemanes, en todos los coches de mi padre ha habido un disco de alguno de ellos. ¿Qué puedo decir? Cada acorde traía una emoción distinta, que regada con whisky parecíar querer hacer explotar el pecho que la albergaba. Sólo podía llorar, cantar, bailar y, por supuesto, subirme a hombros de un amable desconocido que nos invitó a otra copita...Hubo ausencias notables, pero era previsible, no se pueden meter más de 50 años de canciones -si sumamos a los dos- en 3 horas...

Y lo graciosos que estaban. Y cómo canta Serrat. Y qué feliz se veía a Sabina. Y otro White Label que aún quedan canciones....

Y vamos, bajando la cuesta, que arriba, en mi calle, se acabó la fiesta...Y que todas las noches sean noches de boda, que todas las lunas sean lunas de miel....

1 comentario:

Anónimo dijo...

yo tb estuve, en mi caso el martes, y es evrdad que fue una pasada. Sabina con mejor voz de lo que esperaba y a Serrat en su faceta mas payasa... una gozada vamos :)